Ayer Fernando Fernández Román abrió los XXI Encuentros Culturales de la Central Nuclear de Trillo.
Después de la presentación del invitado por parte del director de relaciones institucionales de C.N. Trillo Miguel Ruis Berlanga, Fernando Fernández comenzó diciendo que son tres factores los que forman parte del análisis del espectáculo taurino: el toro, el torero y el público. Sobre los dos primeros, no dudó en afirmar que se encuentran en peligro por la sociedad de desmesura en la que vivimos y por una oferta, a todas luces, demasiado amplia para la demanda existente. Así, recordó que la Unión de Criadores de Toros de Lidia cuenta con 318 ganaderías reconocidas y 50 aspirantes, demasiados ejemplares en los que, finalmente, es difícil encontrar el toro con casta, “bravo, fuerte, serio y bello”.
Por último, Román alabó la presencia e importancia de los aficionados “en el único espectáculo del mundo en el que el público decide, con lo cual es decisivo”, si bien denunció que éstos, en los últimos años, hayan adquirido una preferencia por la grandiosidad, tanto en el tamaño del toro como en la relación que establece con él el torero, en detrimento del arte.
El periodista, además, se refirió a cuestiones de gran actualidad como la reciente Medalla al Mérito de las Bellas Artes de Francisco Rivera Ordóñez, entrega que defendió como positiva para la Fiesta sin entrar en valoraciones profesionales sobre el torero, así como aseguró que la actual crisis económica afecta también a la fiesta de los toros porque “económicamente es un festejo caro”.
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