-"Sueño, realidad, inquietudes, temple y pureza confluyen con un sentimiento artístico, técnico, espiritual y misterio al ponerse delante de un toro sin estar loco. Dicen que se torea como se es y yo soy así como persona, con mis defectos y mis virtudes".
Ovación cerrada de los asistentes ante las primeras palabras de diestro Juan Mora, invitado el pasado jueves a las tertulias de la asociación El Toro de Madrid. Palabras, que nos pusieron los pelos de punta, al igual que el 2 de octubre de 2010. Continuó hablando de su padre, también torero, que le inculcó que todo lo que hiciese con el toro lo hiciese con temple, despacito. Tuvo mucha suerte de nacer en una familia muy ligada al toro, pues le facilitó meterse en este mundo de lleno, llegándose a poner por primera vez delante con tan solo 6 años. Esta suerte no la tenían todo el mundo que quería ser toreo a finales de los 60, por ello ve con buenos ojos las escuelas taurinas, para que todo el mundo que no esté ligado con el toro lo pueda estar y ser torero.
Habló de sus 7 años en el dique seco, - “de soledad dentro de un bosque muy oscuro”. No perdió su fuerza de voluntad, sus ganas de entrenar todos los días, su manera de coger los trastos y torear, pues sabía que aún le quedaba toreo en sus muñecas. La única oferta que tuvo el año pasado fue el torear nada más y nada menos en Madrid, lo que le provocó miedo y responsabilidad de no defraudar al aficionado de la primera plaza del mundo. Para Juan Mora lo realizado en Madrid cobra otra dimensión. De la primera tarde, el 15 de agosto, está muy contento, pues sabe que en esas fechas va el aficionado de verdad dejando detalles que ese público capto. Recordó como uno de los momentos más emocionantes de su carrera cuando el público le sacó a saludar después de 7 años sin pisar un ruedo. Luego vino la tarde de junio de la que no salió tan satisfecho, pues noto que había otro público. Terminó su repaso de actuaciones con la famosa tarde del 2 de octubre.
Para él lo importante es la intensidad y no la duración. El 2 de octubre en Madrid, según Juan, la tarde tenía un halo de emoción que llegó a los aficionados y que estos dieron rienda suelta a sus sentimientos, - envolviendo todo de una aroma romántico. Su faena de 5 minutos, su toreo, generalmente no lo quiere volver a ver en vídeo, pero aquella tarde al ser algo “tan personal” y tener tantos reconocimientos lo ha tenido que ver. Dijo que en la faena no fue esencial ligar el natural con el de pecho, sino ligar el de pecho con la estocada. Él estaba con los oles retumbando en sus oídos cuando se encaró para matar y el hecho de no tener que parar para buscar los aceros (pues siempre lleva “la de verdad”), dio esa continuidad a la faena, -ese detalle sólo se entiende en Madrid, a lo mejor en otras plaza eso no lo ven, por eso también la importancia de ser Madrid. Contó que cuando le cortó las dos orejas en el primer toro (quedándole el segundo), habló con un persona en el callejón diciéndole: -“¡Oye!,…y no nos podemos ir ya a casa”. Esa tarde es la prueba que en 5 minutos “se puede pasar a la gloria”.
Todo lo que hizo aquella tarde se ha hecho grande gracias al tiempo y a las grandes plumas taurinas que tenemos, pues hoy en día, continuó, el que escribe de toros es por afición y así llega al aficionado, siendo bueno también para el torero pues le da más moral. Se le respondió que hoy en día ya no existen las críticas taurinas, sino que todos se dedican a las crónicas taurinas, lo que hace todo más aburrido y corrompido.
Como dijo anteriormente, el toreo es calidad y no cantidad, indicando que el empresario debería llevar al que es capaz de realizar arte. Expuso que en estos días de datos, escalafones y estadísticas, los pliegos de condiciones solo se miran estos números y no esa capacidad de crear arte en el ruedo. Metido ya en faena habló de su ausencia en Zaragoza, a lo que sentencio “lo mío no son los números, sino las letras y después de estar 7 años sin torear, sin facturar, no fui a Zaragoza (tela), pues los toreros estamos para dignificar.”
Sobre sus referencias en el toreo habló del Viti, Camino, Puerta, Paula, Romero… De los de ahora, dijo que ha mucha preparación y muchas capacidades, existiendo toreros que se ponen en unos terrenos que le impacta y que él nunca se pondría.
Después de Madrid lo que ha notado es que esté año ya puede configurar una temporada, lo que no es poco, pues es difícil pasar por alto ese “régimen dictatorial” que existe en el mundo del toro.
Siento ser pesado, pero otra tertulia de gran interés para los aficionados y clase obligatoria para los alumnos de las escuelas taurinas.
Foto: ToroAlcarria
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