Después de escuchar el programa El Albero de la COPE y ante la pregunta de Rafael Cabrera a Victorino Martín (hijo) sobre las fundas, y después de leer otro episodio más sobre las fundas en Los toros desde la fila 7 de la grada del 6, he recogido opiniones de las últimas tertulias de la Asociación El Toro de Madrid, y otras ya leídas.
Victorino Martín (hijo). Victorino Martín - Nosotros no las usamos, pues lo que nos está diciendo un toro que se desgasta los cuernos es por que existen problemas alimenticios, de hábitat y de manejo. Comprendo que para otros ganaderos has sido la solución a sus problemas.
Don José Escolar. José Escolar - Las utilizo, se lastiman menos los animales y lo que tratamos es de preservar a los animales con las defensas más intactas. Los dormimos pues en el mueco el animal sufre más y puede coger sentido. Se las quitamos un mes antes de ser lidiados.
Don José Rufino Martín. Peñajara - Es bueno pues los animales ya no se lastiman entre ellos. El mayor problema que puede pasar es que quede alguna bacteria entre el cuerno y la funda, produciendo la rotura de pitón. Se las ponemos en el mueco, pues no soy partidario de tranquilizantes ni antídotos. Se las quitamos dos meses antes de ser lidiados.
Don José Joaquín Moreno Silva. Moreno Silva - Las fundas las veo necesarias por que los toros no se matan, tengo 5 y con fundas, pues si no le pusiese fundas no le quedaba ya ninguno.
Fernando Cuadri. Cuadri. "A nuestros toros no les ponemos fundas, ni las vamos a poner".
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ELCHOFRE . jueves, 29 de noviembre de 2007. Ahora se han puesto de moda las fundas, más fraude y más trampa, con el agravante de que quedan como Dios delante de los indocumentados. Las fundas son un afeitado encubierto, primero hay que colocárselas y segundo como es lógico quitárselas, pero veamos. Al ponérselas ya se le tiene que meter en el mueco y humillarlo. Muchos dirán que se puede hacer cuando se sanea el animal, mentira. Para sanearlos se puede hacer en la manga, pero para ponerles las fundas, necesariamente habrá que amarrarlo, para que no derrote entre los barrotes, igual que cuando se le afeita.
Esto no sería tan preocupante si no fuera porque el toro, mientras crecen sus defensas, se va acostumbrando a ellas, igual que si fuera su cuerno original, con lo cual, cuando se las quiten y vuelva a pasar por la derrota, volverá a perder no solo su bravura en el mueco, también el sentido de las distancias, como si lo hubieran afeitado. Esta nueva trampa, lo que si puede posibilitar es que se maten menos toros en la ganadería, con lo cual el único beneficiado, una vez más, es el ganaduros. Y no estamos diciendo que el ganaduros no mejore sus finanzas, allá él. Lo que quiero decir es que un beneficio para ellos, pretenden convertirlo en una beneficio para la afición y lo que es más grave, apuntándose el tanto de la integridad.
ELCHOFRE . jueves, 29 de noviembre de 2007. Ahora se han puesto de moda las fundas, más fraude y más trampa, con el agravante de que quedan como Dios delante de los indocumentados. Las fundas son un afeitado encubierto, primero hay que colocárselas y segundo como es lógico quitárselas, pero veamos. Al ponérselas ya se le tiene que meter en el mueco y humillarlo. Muchos dirán que se puede hacer cuando se sanea el animal, mentira. Para sanearlos se puede hacer en la manga, pero para ponerles las fundas, necesariamente habrá que amarrarlo, para que no derrote entre los barrotes, igual que cuando se le afeita.
Esto no sería tan preocupante si no fuera porque el toro, mientras crecen sus defensas, se va acostumbrando a ellas, igual que si fuera su cuerno original, con lo cual, cuando se las quiten y vuelva a pasar por la derrota, volverá a perder no solo su bravura en el mueco, también el sentido de las distancias, como si lo hubieran afeitado. Esta nueva trampa, lo que si puede posibilitar es que se maten menos toros en la ganadería, con lo cual el único beneficiado, una vez más, es el ganaduros. Y no estamos diciendo que el ganaduros no mejore sus finanzas, allá él. Lo que quiero decir es que un beneficio para ellos, pretenden convertirlo en una beneficio para la afición y lo que es más grave, apuntándose el tanto de la integridad.
Pedro García Macías. jueves, 01 de enero de 2009. Al hilo del tan traído y llevado tema de las famosa fundas o “condones” de los pitones que se ponen a las reses de lidia, costumbre que de forma preocupante poco a poco se va generalizando en el campo bravo, según dicen quienes ya están en la “pomada”, para evitar, con un coste económico asumible, que se deterioren los pitones (en el suelo, el arbolado, las piedras...) y que se produzcan bajas por las cornadas en las peleas... Desde siempre he entendido, por lo que he intentado y podido aprender en mi contacto con ganaderos, mayorales y vaqueros el mueco es un “instrumento” que se debe utilizar lo menos posible y si se puede mejor nunca.
¿hasta cuando se va a permitir por la administración el fraude bastante generalizado del “afeitado”?
¿cómo pueden los veedores “ver” la encornadura en su totalidad con las funditas puestas?
¿por qué algunas empresas se permiten el lujo de “recomendar” a los que crían las reses que se vayan a lidiar en sus plazas que pongan las funditas con las “reprimendas” consiguientes si no son obedientes a tan fantástica protección?
¿evitan las funditas las cornadas internas, que al no poder observarse pudieran causar lesiones irremediables?
¿por qué las entidades asociativas de reses de lidia no se pronuncian de forma clara frente ante este tema y como en otras cuestiones, que los aficionados consideramos muy importantes, léase la suerte de varas y el afeitado, dan la callada por respuesta?
¿por qué los medios de comunicación taurinos, en su mayoría, callan en esta historia de las funditas, al igual que sucede con el afeitado y la suerte de varas, e incluso a veces hasta llegan a justificarlo?
Joaquín. Asociación El Toro de Madrid. Y porque los novillos de ahora, como los toros, con esas fundas que les ponen durante casi toda su vida en la dehesa, cuando salen al ruedo ya no saben cornear, pues no han tenido casi ni ocasión ni tiempo de aprender a hacerlo. Y topan, dan con el testuz, con el hocico, empujan y cabecean. Pero de aquellas certeras y rápidas cornadas de antes poco queda ya. Los taurinos han conseguido “inventar” el toro que buscaban las figuras desde tiempos remotos. Y nadie dice nada.
Foto: Salva, toro de Fuente Ymbro.
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