lunes, 11 de abril de 2011

Corrida de la primavera de Brihuega




- ¿Esta es la fiesta que queremos?

- Hombre ya sabíamos a lo que veníamos

- Sí, estoy de acuerdo pero ¿es este el tipo de fiesta que tú quieres?

- No, pero no le puedes pedir más, el pueblo a tope, los bares repletos, el famoseo, turismo, prensa taurina y del corazón... - Entonces esto ¿es bueno o malo para la fiesta?

- Pues hombre, no lo sé, por un lado...

Con esta indiferencia y el debate salimos ayer de la tradicional corrida de la primavera de Brihuega 2011. Yo soy de la opinión que está bien defender la integridad de la fiesta en cualquier sitio, pero con distinta intensidad. No es lo mismo Brihuega que celebra 3 festejos al año que Madrid, donde se celebran 185 festejos al año y donde los ganaderos cobran el doble y los toreros tres veces más. En Madrid es donde se tiene que defender la fiesta tal y como la entiendo, una fiesta íntegra, autentica con la máxima rigurosidad.

Unos opinan que la publicidad que se le da a esta corrida es buena para la fiesta, otros que este tipo de publicidad le hace más mal que bien. En el ruedo torillos de escasa presentación, lamentable el tercero. En las barreras y contrabarreras personajes del famoseo y el corazón.

En el ruedo tres figuras, Morante de la Puebla, Manzanres y Cayetano. Morante poco o nada pudo hacer ante el primer inválido que le toco en suerte; en su segundo lo bordó, sobre todo con el capote, con el que se quiso gustar tanto que se inventó un "mantazo" por alto que nadie jamás había visto antes, todavía me estoy preguntado que quiso hacer. Con la muleta se gustó, aunque con la izquierda poco o nada vimos. Dos orejas. Manzanares estuvo muy bien con el mejor toro, en cuanto a presentación y calidad, falló con la espada (qué raro eh); una oreja. Con el segundo le puso mucha voluntad, casi me lo pasé mejor con este que con el primero. De Cayetano poco o nada se puede decir. Yo a este chico le visto mucho más digno en Madrid, incluso en San Sebastián de los Reyes. Me temo que las oportunidades se le están agotando.

En las barreras, contrabarreras, gradas, andanadas y en el callejón cubatas a manta. Se tiene que cuidar esto, ya no por imagen, sino porque como algún año un toro salte al callejón, la corrida de primavera de Brihuega, y por tanto el nombre del pueblo, saldrá en la prensa de todo el mundo por un percance serio más que por el festejo en si. No hay suficientes barreras para tanta gente, para tanto cubata y para tanto inconsciente.

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